Cuando se trata de espasmos musculares, existen tratamientos efectivos para aliviar el malestar: Estiramiento y masaje: Estire y masajee suavemente el músculo afectado, manteniendo el estiramiento durante 20-30 segundos para relajarlo. Calor o frío: Aplique calor (toalla tibia) para relajar el músculo, o use frío (bolsa de hielo) para adormecer y reducir la inflamación. Manténgase hidratado: Beba agua y coma alimentos ricos en potasio, magnesio y calcio para el equilibrio de electrolitos. Medicamentos de venta libre: Considere los analgésicos de venta libre siguiendo las dosis recomendadas y consulte a un profesional de la salud. Fisioterapia: Para los espasmos persistentes, un fisioterapeuta puede proporcionar ejercicios para fortalecer y estirar los músculos afectados, reduciendo la frecuencia e intensidad de los espasmos.
Los espasmos musculares pueden variar. Algunos son indoloros, mientras que otros pueden ser bastante incómodos. Puede sentir que su músculo salta o se contrae brevemente. En algunos casos, todo el músculo puede sufrir espasmos, causando dolor, a menudo en las piernas. Si los espasmos musculares están relacionados con afecciones neurológicas, pueden surgir síntomas adicionales: Dolor de espalda, cuello o cabeza Calambres Debilidad muscular Entumecimiento Hormigueo Temblores Parálisis Calambres Trastornos del sueño Busque asesoramiento médico si experimenta estos síntomas.